domingo, septiembre 30, 2007

Desde El Infierno




Ahora se que no necesito morir para saber como es el infierno. Aqui, sentado al filo de la luna mientras se consumen todas mis paranoias sobre por que no puedo volver a verte. Comprendo al fin que ni el fuego que pueda abrazarme el cuerpo y quemar toda mi materia hasta sus cenizas, se compara con lo que se siente estar sin ti. Sentir el sol, el cielo infinitamente azul mientras recuerdo tu sonrisa. Recordar cada palabra que decias y solo escuchar el silencio en medio de esta maldita ciudad. No tengo en mis manos las tuyas que me dan energia para sujetarme a la vida. Mis labios no encuentran tu piel para descubrir la palabra que te nombre y seas aqui en mi. Me queda mucho por describir de este lugar, como corresponsal de los avernos donde ahora mi alma padece. Te tengo en medio de mis ojos y tu no me veras jamas seguir tus pasos o tu sombra. Te siento en las noches aun antes de dormir en mi pelo, que se enreda con el deseo de volver a verte, pero que nunca volvera a brillar en tu presencia. Muero un poco cada dia, no es solo un hecho real para cada humano, es mi vida que retrocede y se consume en las lagrimas de este encierro de tu recuerdo. es la angustia por querer luchar a muerte por ti y regresar de este infierno trayendo en las manos lo mas valioso que se encuentre para que regreses a mi. pero se que me quedare aqui, estas llamas me consumiran, mis lagrimas, mis labios, mi piel se secara. Mientras las huestes de los mas negros pensamientos me llevan del llanto desesperado a la euforia total cuando me pregunto: Alguien te amara como yo lo hice? jamas sabre si mis versos tuvieron sentido en tu vida, jamas sabras que todo lo que di era solo el comienzo, como cuando no te tenia, como cuando existias, para volver a iniciar mi vida, desde mis propias cenizas. Con una nueva piel, con un nuevo sabor para entregar a quien ama. Con los ojos vivos y el corazon agil para regalar lo mejor de mi cariño. y mi pelo, mi piel y mis labios dispuestos a encontrar los dedos de aquella a quien pertenezco. Mientras tanto, escribo las cronicas de este encierro, hasta que las llamas por haberte querido consuman lo que aun queda en mi, que quise destinar solo a ti.

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